Barbara, mamá de Faustina .
Confié en Mundo Naranja desde el primer día! Sabía que cuidarían a mi hija igual o mejor que yo… pero, sobre todo que harían allí muchas cosas divertidas y creativas. Por el trabajo y la organización familiar, fue fundamental poder contar con un espacio que fuera un ámbito similar a su hogar, para que cuidaran a mi hija, y me gustaba la idea de que estuviera con otros bebés. No quería dejarla todo el día en casa con una chica, ni llevarla a un jardín maternal (en general, multitudinarios y con ofertas mucho más rígidas). Fue sorprendente lo que avanzó en todo el año, y todas las actividades que fueron haciendo con lo chiquitas que eran! Lo super recomiendo!!!